Estudian turismo; se enamoraron de TotoralDescubrieron los encantos de Villa del Totoral casi por casualidad. Eligieron el pueblo para realizar un trabajo como parte de sus estudios de Turismo en el Instituto Superior Mariano Moreno de Córdoba y desde allí no se despegaron más de la atracción y el interés que les produjo el patrimonio y la vida cotidiana de la villa. Tanto, que ya tomaron una decisión: crear una empresa de viajes y turismo dedicada a explotar y promover el potencial de Totoral.
Son Jonathan Antiquez, Sebastián Deldotto, Florencia Díaz, Gonzalo Gigena y Melisa Molina. Llevan más de cuatro meses buceando la realidad de Totoral; al mismo tiempo, los conocimientos que ya tienen sobre la actividad turística les permitió elaborar su propio diagnóstico: "En estos meses que llevamos viniendo a la villa hemos descubierto un patrimonio hermoso. Vemos que está mal cuidado, maltratado y estamos con muchas pilas para aplicarlas y hacer lo posible y sacar un provecho de todo esto", dijeron.
"Estamos haciendo un relevamiento turístico para promocionar a Villa del Totoral como un atractivo turístico del norte cordobés -agregaron-. La elegimos porque en ese momento pensábamos que no había nada, pero cuando vinimos nos dimos en que estábamos equivocados. Será que no está bien promocionado y no tienen en cuenta lo cultural y arquitectónico de las casonas".
"No sabíamos del patrimonio que tenía Totoral -reconocen- y ahora vemos todo el legado que tienen y queremos ver si se puede, y seguro que sí, poner en valor, para refuncionalizar y valorizar cada una de las casonas y cada atractivo cultural y natural que tiene".
Los futuros empresarios turísticos se mostaron "encantados con toda la gente que hemos venido conociendo, que nos recibió siempre con los brazos abiertos". Y ya tienen una decisión: fundarán "una empresa de viajes y turismo a la que ya le tenemos asignado un nombre. Será Linsacat".
-¿ Por qué Linsacat?
-Porque conocimos a la gente de la Comisión Vecinal Linsacat - Totoral y valoramos que ellos hayan rescatado el nombre que tenía la localidad anterior a la conquista, antes de la llegada de los españoles. Además, nos gustaría sumarnos a la comisión como socios adherentes. Esperamos que nos acepten como futuros guías turísticos de Totoral.
Los jóvenes estudiantes derrochan entusiasmo: "De un simple trabajo práctico mirá como nos copó que ya estamos trabajando como unos más de Totoral. Hemos encontrado mucha historia; no habíamos hecho un trabajo previo. Nos encontramos con una tonelada de cosas. Cada vez que venimos a la villa nos deja con los ojos bien abiertos".
Y agregan: "Nos gustaría capacitar a la gente de la terminal de ómnibus, por ejemplo, para que pueda dar una mejor atención a los turistas, ya que no hay buena información. Cuando la gente llega no encuentran información concreta sobre Totoral y se nota que no están capacitados en lo turístico, en la hospitalidad, en cómo recibir a un turista. El que viene de ciudades aledañas lo primero que hace es pisar la terminal de ómnibus, no así los extanjeros, que se manejan distinto. La terminal es la puerta de entrada".
Entre todos, enumeran ideas, propuestas, pedidos: "¡Que no sigan tirando las casonas!"; "que la basura vaya a un lugar adecuado"; "que el río vuelva a ser lo que fue antes, que se lo mantenga limpio de punta a punta, como seguramente lo tenían los Comechingones. Da tristeza ver al río como está ahora y que si un comechingón lo viera, seguro se haría ranquel".
